Tradicionalmente se hacen cuando acaba la cuaresma y rellenas de cordero pero, también se hacen de cerdo con guisantes y sobrasada. Son más habituales de pasta salada pero últimamente tiene muchos adeptos la pasta un poco dulce que establece un contraste con el interior realmente interesante.
Ingredientes:
- 1 taza de aceite.
- 1 taza de manteca.
- 1 taza de leche.
- 1/2 naranja.
- harina.
- azúcar y sal.
- magro de cerdo.
- guisantes.
- sobrasada.
Ponemos en un cuenco amplio la misma cantidad de aceite, manteca de cerdo y leche. Añadimos el zumo de media naranja, una cucharilla de azúcar y vamos incorporando la harina mientras removemos con una cuchara de palo. Cuando ya esté difícil trabajarla con la cuchara de madera lo haremos con las manos. No hay una medida para la harina, incorporaremos toda la que admita. Debe quedar una masa bastante dura y fácil de manejar.
Ponemos en una sartén, a fuego fuerte, el magro de cerdo a freír. Teniendo en cuenta que las panades van a hornearse después, intentaremos dejar el magro no demasiado frito.
Vamos confeccionando las panades a partir de una bola de masa que marcará el tamaño de las mismas. Abriremos un hueco que iremos ampliando con los dedos hasta conseguir un cestillo. Rellenaremos en cestillo con unos trozos de magro fritos, una cucharilla de guisantes y un pedazo de sobrasada. Taparemos el cestillo con un redondel de masa fina y ajustaremos y sellaremos los bordes como más nos guste.
Si no son amantes de los guisantes, pueden hacerse algunas sin ellos pero quedan menos jugosas. Es costumbre marcar con un guisante en la tapa las panades que los llevan.
Pondremos en la plancha del horno y las tendremos a 200 º C hasta que empiecen a dorarse por fuera. El tiempo depende del tamaño de las panades.
Dejar enfriar y ¡bon profit!