Galletas de Inca

Son ni más ni menos que galletas de pan que, al tener poquísima humedad, pueden conservarse durante mucho tiempo en perfectas condiciones.

Las suponemos una variación de las galletas de barco y desde luego primas de picos y regañás.

Dicho así parecen poquita cosa, verdad? pues os aseguro que es de las comidas que más eché de menos cuando dejé la isla de Mallorca.

Había que aprender a hacerlas así que, esta es nuestra receta.

Ingredientes:

  • 60 gr. de agua.
  • 10 gr. de levadura fresca.
  • 175 gr. de harina.
  • 1/2 cucharadita de sal.
  • 25 gr. aceite de girasol.
  • 25 gr. aceite de oliva.

Ponemos en un bol el agua en la que habremos disuelto, con ayuda de unas varillas, la levadura y dejamos actuar 10 minutos.

Después añadimos los aceites y removemos bien.

Incorporamos la harina y la sal y amasamos durante unos minutos hasta obtener una masa elástica, brillante y manejable.

Tapamos el bol con un trapo y lo dejamos en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que la masa haya doblado su volumen.

Desgasificamos la masa trabajándola durante 3 minutos más y la estiramos sobre un papel de hornear con ayuda de un rodillo.

Estiramos la masa hasta dejarla como de 1 cm. de espesor y empezamos a cortar nuestras galletas, ayudándonos de un cortapastas o cualquier otro utensilio, nosotros utilizamos un vasito de chupito,  del tamaño que más nos gusten.

En el rato que tardemos en cortarlas todas observaréis que ya han vuelto a crecer un poco. Las pinchamos con un tenedor en el centro (esto es solo una cuestión de adorno) y las introducimos en el horno precalentado a 170º C de 20 a 30 minutos, dependiendo del horno y el tamaño de nuestras galletas. Deben coger algo de color pero no dorarse.

Cuando estén frías están listas para comer y el lugar perfecto para guardarlas es una lata que cierre herméticamente.

A nosotros nos gusta acompañarlas de sobrasada a la hora del aperitivo pero están estupendas con alioli, paté, queso….